Siempre
respondería con un “por supuesto” por el
amor que le profeso a este arte, y no tanto por mi perspectiva profesional.
Vivo rodeada de arquitectos y de gente interesada por la arquitectura, pero este
es tan sólo mi mundo y creo que soy consciente.
Planteo esta
pregunta precisamente en estos tiempos complicados en los que se identifica arquitectura con crisis del ladrillo y queda muy atrás esa época floreciente de grandes
proyectos en la que asimilábamos arquitectura
a bienestar. Hemos pasado en apenas
cinco años del blanco al negro, arrasando con el posible interés cultural que
pudiese ocasionar la época anterior. Pero ¿habrá servido ese tiempo para acercar
la arquitectura al ciudadano? ¿Suscita hoy más interés? ¿Existe un mayor
conocimiento? ¿Por qué consideramos otras artes como cultura general
imprescindible y no se incluye en primera línea a la arquitectura, que es la
más cercana de todas? ¡Sí, cercana! Es el escenario de nuestra cotidianeidad. Son
nuestras casas y nuestras ciudades, y por lo tanto deberían interesarnos. Es nuestra arquitectura, la del día a día,
y en función de cómo sea puede determinar e incluso transformar nuestra forma
de vivir y habitar. Puede condicionar hasta cómo somos. ¿Acaso no es importante?
Desde hace
diez años el COAM, la Fundación Arquitectura COAM y el Ayuntamiento de Madrid
celebran en Octubre la Semana de la Arquitectura, con el fin de difundir los valores de la
arquitectura y acercarlos a la sociedad. Ofrecen durante toda una semana
visitas a edificios simbólicos,
itinerarios varios por la ciudad, actividades para niños y mayores,
exposiciones, mesas redondas y conferencias entre otras cosas. Una labor
cultural importante que merece el reconocimiento de quienes lo disfrutamos.
Entender la
arquitectura no es fácil, y más aún si le sumamos un lenguaje inaccesible a los
ciudadanos. Por eso este tipo de iniciativas tienen un valor vital. Y cada año
me sorprendo gratamente al encontrarme, junto a un montón de estudiantes de
arquitectura, a muchos ciudadanos interesados por el alma de los edificios y de
los espacios urbanos.
Sí, me
interesa… y me apasiona, me mueve, me inquieta y me mantiene viva.
Y a
vosotros, ¿os interesa la Arquitectura?
No hay comentarios:
Publicar un comentario