ACGP, ACCG, ACPD… un lío, ¿no? Ya,
un poco. Nuestras familias han tardado en atinar, nuestros amigos dudan la
mayoría y nuestros clientes nos llaman por nuestro nombre de pila, aunque terminan aprendiéndoselo sí o sí. Y cierto es
que cuando te lo aprendes queda grabado de tal manera que ya no te olvidas de
nosotros!
Pues el nombre tiene historia, típica, pero la tiene. No nació
en un garaje sino en el salón de la casa de Isa con el primer encargo que nos
salió y la necesidad, por tanto, de encontrar nuestra identidad. ArranzCasadoGonzálezdelPeral. Sencillo. Las siglas de nuestros
apellidos sin que falte ni la galantería (las chicas primero), ni el orden
alfabético. Algo muy recurrente entre estudios de Arquitectura, pero el gremio
tira, qué le vamos a hacer…
Y voilà. Nació ACGP, o acegepé… que sonaba un poco a aserejé
(¿os acordáis de la canción?), pero tampoco le pusimos impedimento ninguno al
parecido. La verdad es que mola el momento en que decides cómo te llamas, quién
vas a ser. Es similar a la fase de exaltación de la amistad de una borrachera,
pero estando sobrio. Y no, no es similar, es superior a eso, ¡te comes el mundo!
Pero bueno, aunque os contemos de dónde sale, esto no es
suficiente. Ya lo tenemos más que comprobado, así que aquí va la regla mnemotécnica
de rigor, que ayudar ayuda:
- AC, como los Hoteles AC.
- GP, como el Gran Premio de
Fórmula 1.
AC-GP…
fácil, ¿no? Aunque tenemos comprobado que hay que decirlo en dos veces, porque
si recurrimos al acegepé seguido no faltará la pregunta de AC… ¿qué??? y el
pobre Álvaro se cansa de quedar en el olvido silencioso…
Bien por el humor. Os aseguro que el nombre así no se olvida. Seguid así.
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