jueves, 20 de diciembre de 2012

Hotel Consolación: Un lugar para soñar


El Hotel Consolación es naturaleza y es arquitectura, es quietud e intimidad, es silencio, es belleza, es buen gusto. Yo quiero hacer un hotel así, yo quiero generar esas sensaciones en las personas. Es un sitio especial que lo vives de forma especial. Lo miro como arquitecta y lo miro como clienta y lo mire como lo mire, me gusta. Me gusta su integración en el paisaje y su respeto por la naturaleza. Me gusta la recuperación de lo antiguo y su mezcla con lo moderno. Me gusta esa separación del espacio común y el privado. Me gusta que puedas encender la chimenea de la habitación mientras se está poniendo el sol. Y me gusta que puedas darte un baño mirando el verde de los árboles. No es una habitación de hotel al uso. Es un espacio especial que te invita a soñar, a leer, a escribir, a reflexionar, a bajarte de ese tren rápido en el que viajas a diario y disfrutar con consciencia de cada minuto. Sí, yo quiero proyectar un hotel que genere todo esto. Ellas lo han conseguido y desde aquí les doy la enhorabuena por su buen hacer. También a quienes lo regentan por su enorme amabilidad y estupendo trato. Y a quien me ha hecho descubrirlo porque no hay quien le gane dando sorpresas.

Quizá me guste tanto porque coincide con nuestra forma de entender la arquitectura, de sentirla, de proyectarla… Me alegra comprobar una vez más que algunos espacios tienen algo especial y ese “algo” lo encuentras aquí. Así que os invito a que disfrutéis de este lugar en donde el tiempo se para y tú con él.

El Hotel Consolación lleva abierto desde el 2008. Está ubicado dentro de un paisaje natural precioso y ha recuperado una construcción del siglo XVIII compuesta por la Ermita de la Consolación (de ahí el nombre del hotel) y el casalicio. Se encuentra en Monroyo, en la provincia de Teruel y ha sido diseñado por las arquitectas catalanas Estela Camprubí y Eugènia Santacana.

Cristina _ACGP Arquitectura


Hotel Consolación_1
Vista desde el interior de la habitación. Diciembre 2012

Hotel Consolación_2
Habitaciones Cubo. Diciembre 2012




Hotel Consolación_3
Edificio existente rehabilitado que alberga las zonas comunes. Diciembre 2012






Hotel Consolación_4
Integración de habitaciones en el paisaje. Diciembre 2012


3 comentarios:

  1. A toda época de excesos le sigue una época de reflexión, de limpieza, de introspección, que suele servir para reconducir el camino. A la Arquitectura, tantos años utilizada por el poder, económico o político, como espectáculo o mero producto de inversión, puede que por fin le haya llegado el momento de recordar su esencia, lo que constituye su esqueleto y su músculo, por encima de adornos y maquillaje que pierden su inicial esplendor en muy pocos años y hacen dudar sobre su significado. Es posible que este momento de inflexión, de crisis y replanteamiento contribuya a volver a crear espacios que nos ayuden a vivir en armonía, que tengan personalidad propia, y nos permitan recordar quienes somos, pararnos a reflexionar sobre lo que queremos y encontrarnos con nuestra verdadera esencia. ¿Una arquitectura meditada, creativa,pensada para sus usuarios, integrada con su entorno, en la ciudad o en la naturaleza, puede ayudarnos a reflexionar, a parar...y pensar? ¿A reencontrarnos? ¿A mejorar nuestra vida? Yo creo que sí. Cualquiera de los proyectos que mostrais en vuestra web, o experimentar una estancia en un lugar como el que proponéis en este artículo me parecen una prueba de ello. Y si es en buena compañía...todavía mejor.

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  2. Leer comentarios como este de Jose da sentido a nuestro trabajo. Has reflejado nuestra aspiración: hacer que nuestros clientes se sientan cómodos y, como dices, se reencuentren para luego volver transformados y recargados de energía positiva a su rutina diaria. Buen trabajo 'ACGP arquitectura'

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  3. Me gustarìa haber podido felicitaros el año desde este Hotel Consolación tan apetecible, pero la crisis no da para ello. Os aseguro que cuando pueda iré a comprobar que es como decís. Engancha ver que existen lugares así, como nos hacéis ver y sentir. Feliz año y hasta el próximo artículo (que sea pronto).

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