De cuando en cuando visito la casa de unos
amigos que tienen una biblioteca enorme ante la que adoro plantarme y curiosear. Sus dueños aman los libros y como
buenos amantes van llenándola de joyas de distintos tamaños, colores y contenidos.
Me atrevería a decir incluso que forma parte de su esencia y dada la
fascinación que sienten por las palabras y sus significados adoran compartir
las páginas que allí descansan y elegir historias para cada uno. En nuestro último
encuentro colocaron sobre mis manos un libro que modifica los esquemas
mentales de la lectura escrita porque te invita a trabajar con la imaginación
profundizando en el concepto de la imagen y descifrando sus distintos usos y
funciones. Se llama Pensar con Imágenes
y su autor es Enric Jardí.
¿Os habéis planteado alguna vez cómo podríamos
comunicarnos si repentinamente nos quitasen las palabras? La comunicación es
intrínseca al ser humano como ser social que es, así que desarrollaríamos
rápidamente un lenguaje alternativo a base de signos, sonidos o símbolos para
seguir conectados. Planteo la posibilidad de la imagen como
alfabeto del lenguaje, pero ¿podría ser una alternativa dada la inmediatez que
le exigimos? Existe una memoria colectiva iconográfica común
a todos, aunque funciona más como un apoyo a la comunicación escrita que como un
lenguaje en sí mismo. ¿Podríamos entonces llegar a entendernos sólo con imágenes?
A raíz de esto me han planteado que huyese de
las palabras y utilizase la imagen como herramienta analítica de nuestra
empresa. Lógicamente mi mente se ha resistido al cambio de formato expresivo y
no para de boicotear el planteamiento. Es difícil y no quiero. Ya está. Sencillo
y contundente. No sé cómo acabará o si acabará este desafío pero al menos me ha
servido para entender cómo lee la mente la distinta información que nos llega.
Ante un mensaje escrito, el cerebro se apoya en el examen secuencial de los
elementos que lo integran: letras, palabras, frases y párrafos, mientras que para
entender una imagen la cabeza trabaja de un modo global, procesando y
percibiendo todas las partes del conjunto a la vez para encontrar el
significado del lenguaje gráfico.
Seguramente este libro sea una herramienta estupenda para todos aquellos
que trabajen en el mundo de la comunicación visual, pero yo invito al resto de mortales
a que se pierdan entre sus páginas y disfruten con este reto mental que a mí,
por ahora, me va ganando!
Cristina _ACGP Arquitectura
Imagen que acompañaba a un artículo sobre las distintas opciones de consumo energético |