jueves, 8 de noviembre de 2012

Como un traje a medida

Una casa como un traje a medida
Hace poco el diario El Mundo publicaba una entrevista del arquitecto portugués Álvaro Siza, quien recibió muy merecidamente en 1992 el premio Priztker al conjunto de su obra. A sus 79 años continúa trabajando, concediendo entrevistas, dando alguna que otra conferencia… Parece mentira, ¿verdad? Y es que esta profesión, para muchos, no es un trabajo al uso, es más bien una actitud vital.

En esas líneas recalcaba que "cuando uno hace una casa para una familia habla, y a veces muchísimo, con el padre, con la madre, con la abuela, y ese diálogo es un alimento muy importante de la arquitectura; si no existiera habría una especie de vacío", una especie de "expropiación" que únicamente permitiría hacer "hipotéticamente" más rápido los proyectos.

Efectivamente, hablas, entrevistas, indagas en sus formas de vivir, en sus hábitos, y generas esos espacios a su escala y semejanza, conforme a sus necesidades, demandas, inquietudes y condiciones concretas. Creas espacios únicos para personas únicas. Espacios a medida.

Por el camino disfrutas con el trabajo y haces disfrutar al cliente, le invitas a soñar y sueñas con él, y al final consigues que la chaqueta que diseñas para él no tenga la manga ni larga ni corta: queda, sencillamente, en su sitio.

1 comentario:

  1. Estoy totalmente de acuerdo con vuestra forma de sentir la arquitectura. Ojalá pensase así mucha más gente, ya que no tendríamos que sufrir los "horrores" arquitectónicos que vemos en tantos sitios. Ánimo y suerte.

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