Prometimos hablaros de bodegas hace tiempo y comenzamos con un buen ejemplo: se llama Baigorri y está en la localidad alavesa de Samaniego. Situada en plena carretera, han optado por una línea moderna pero ciertamente discreta. El paisaje prima y la bodega se insinúa. Nada más, pero nada menos, porque esa insinuación te incita a querer descubrir lo que contiene.
Bodegas Baigorri |
Caja de cristal - Espacio de recepción |
Cubierta aterrazada |
Un
gran cubo de cristal te recibe. Entras, te resguardas de viento, lluvia o sol,
y observas las extensiones de viñedos que aparecen ante tus ojos. Disfrutas del
silencio y de la tierra y, tras este momento de intimidad, bajas y te adentras
en la bodega.
Es
un espacio grande, enorme, impactante. Pero está ordenado y conectado visualmente.
Te ubicas perfectamente en todo momento, lo que, aunque no seamos conscientes
de ello, genera serenidad. Además es bonito. Lo han hecho con cariño, o eso me
parece porque han cuidado hasta el último detalle, y conseguir eso sin cariño,
es difícil. Me gusta estar allí.
A
nivel funcional ningún pero. Es una bodega donde domina la practicidad por
encima del formalismo, que a su vez está muy cuidado. El espacio responde con
lógica al proceso productivo. Las circulaciones son relevantes y la bodega te
ofrece de forma didáctica una visión de todo el conjunto. Han recurrido a la gravedad como principal
aliada dentro del proceso de elaboración del vino, tanto para dañarlo lo menos
posible, como para favorecer el trabajo. Cuando estás allí dentro sientes que
el espacio no puede ser de otra manera, porque todo está en su sitio.
Maqueta seccionada |
Sala de elaboración |
Vista desde los depósitos |
Continúas
bajando por gravedad, como sus vinos, hasta el último nivel. Allí madura dentro de las barricas. Es un espacio reposado y silencioso. La temperatura
es constante. Tan
sólo existe una pequeña apertura superior en la Sala de Barricas que te permite
adivinar la profundidad y quietud que allí se respira. Por esa apertura cruza
una pasarela que te conduce hasta la Sede Social, un lugar privilegiado donde disfrutar de una
buena comida y de unas estupendas vistas de los viñedos.
Sala de Barricas y pasarela hacia la Sede Social |
Los vinos que elaboran son variados y con personalidad: desde un rosado de tempranillo y garnacha, a un tinto de maceración carbónica, un crianza, un reserva o un gran vino de garaje. Todos ellos monovarietales de tempranillo, lo que le aporta un aire moderno al carácter propio de la Rioja. Un blanco de viura fermentado en barrica completa la gama. Y todos bajo un diseño de etiqueta sencillo y contundente, en línea con la arquitectura de la bodega.
Expositor de vinos |
Baigorri
es una bodega grande con un impacto paisajístico pequeño. Tiene una buena
implantación topográfica y saca partido de los recursos que el terreno le
ofrece. Es un magnífico espacio industrial que aúna funcionalidad y belleza. Y
sí, me ha gustado, me ha gustado muchísimo.
Un
buen proyecto. Una magnífica bodega. Y un ejemplo perfecto de que es posible…
Las Bodegas Baigorri son fruto
de una estrecha colaboración entre Jesús Baigorri y el arquitecto Iñaki Aspiazu.
Han cuestionado cada paso de la producción y le han dado una respuesta
arquitectónica. Cuenta con una superficie útil de 14.000 metros cuadrados y 30
metros de profundidad, lo que permite la elaboración por gravedad.
Cristina
_ACGP Arquitectura
Vista desde la Sala de Catas |
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